Al comienzo de la década de 1990, la estatal de economía mixta, llamada Petrobrás realizó una expedición al yacimiento arqueológico y la comunidad del Lajedo de Soledade. El Viaje tenía geólogos, arqueólogos y ambientalistas que se preocuparon por la preservación y conservación del legado histórico, cultural y natural en la comunidad de Soledade. A partir de eso, la empresa buscó firmar una asociación con personalidades locales podrían participar y tener interés en luchar por la preservación de uno yacimiento tan rico. El nombre más conveniente y lógico en aquel momento fue el de María Auxiliadora, más conocida como Dodora, que ya tenía algunos años de lucha por la casa. La asociación resultó en lo que hoy conocemos como la Fundación Amigos de Lajedo de Soledade (FALS). Junto al surgimiento del FALS, también hubieron varios otros incentivos e iniciativas que buscaban la propia comunidad, entre ellas, el entrenamiento de los niños guías, delimitación de áreas, creacion de excursionismo, perforación de un pozo comunitario, construcción de un centro de investigación e visita, que posteriormente se conoció como museo.